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Un restaurante independiente

Hace unos días visité el restaurante independiente de Diego. Sólo lleva dos meses abierto y para poder entrar en él ha tenido que pagar un traspaso.

Da la casualidad de que hace años íbamos a cenar yo y mis amigos a ese mismo restaurante. Cuando he entrado he recordado los buenos momentos pasados ahí.

Diego y yo nos hemos sentamos juntos en una mesa de su restaurante para hablar de su negocio y me confesó algunas cosas sorprendentes de porqué había decidido tomar el control de este restaurante.

Pero primero te voy a contar cómo conocí la existencia de este restaurante y porqué dejé de ir:

Cuando era jóven me reunía frecuentemente con algunos amigos para pasar la tarde hablando de nuestras cosas. En realidad eramos un grupo de personas con aficiones comunes. Algo parececido a un club.

Estaba a gusto con mis amigos y en esa época no tenía la necesidad de estar pendiente de mirar el reloj porque no tenía obligaciones familiares ni nada de eso.

La cuestión es que cuando se nos hacía tarde yo y mis amigos teníamos todos hambre y tocaba decidir dónde ir a cenar.

No hay motivo para volver

Recuerdo que algunas veces elegiamos el restaurante que hoy regenta Diego y por eso lo conozco. Lo elegíamos entre otras opciones porque ahí podíamos cenar por un precio ajustado a nuestros bolsillos y siempre encontrábamos mesa disponible sin reserva.

Con el tiempo los amigos crecimos al igual que nuestras obligaciones familiares y laborales y el contacto se fue perdiendo y ya no había necesidad de ir a ese restaurante.

En realidad al restaurante sólo ibamos por pura conveniencia porque no ofrecía ningún tipo de experiencia memorable o inolvidable.

Mientras hablo con Diego me fijo en cómo se ve el restaurante y yo diría que tiene más o menos el mismo aspecto. Juraría que mantiene la misma distribución y decoración que antaño. No es nada malo por sí mismo porque la decoración la encuentro correcta, pero se ha quedado algo anticuada si lo comparo con otros restaurantes que sí han invertido en modernizar sus instalaciones.

Cuida la primera impresión

Hoy en día la apariencia de un restaurante es muy importante, la primera impresión cuenta mucho y la competencia lo sabe y lo trabajan, pero eso es otra historia...

Lo que sí ha cambiado es quién trabaja en el restaurante. Está Diego, su esposa en la cocina y su hijo de camarero.

Diego no es un novato porque en su vida ha gestionado varios restaurantes, principalmente de menú diario, pero no ha tenido suerte porque los dueños de los locales le han ido subiendo tanto el coste de alquiler que ya no hacían rentable el negocio y se ha tenido que marchar a nuevos lugares y empezar de cero.

¿Cómo lo estás planteando, Diego? - Le pregunto.

En este restaurante lo estoy haciendo muy similar a como lo hacía en mi anterior restaurante - me dice -. Ofrezco desayunos y un menú de medio día a precio popular y carta por la noche.

En los dos meses que llevo abierto me he dado cuenta de que vienen muchas personas mayores que viven solas a almorzar. La mayoría vive cerca del restaurante. - Diego, frunciendo el ceño sentencia: - Como son jubilados son muy sensibles al precio del menú y no veo la manera de cómo podría hacer para cobrarles más.

Fidelizando clientes

Lo único bueno - sigue diciendo Diego - es que son clientes asiduos al restaurante, les gusta lo que ofrecemos y repiten visita casi cada día.

Ya, pero sólo con esto no vas a ir muy lejos - le digo - necesitas algo más potente.

¿Qué uso le das a la tecnología? - Le pregunto para saber su nivel de modernidad.

No me llevo muy bien con la tecnología por eso tomo nota de las comandas en una libreta y luego llevo el papel a cocina.

Lo único que tengo es un TPV que uso sólo para sacar tickets - dice -. No sé ni cómo configurar bien el programa y los precios de los artículos los tengo que cambiar a mano cada vez.

Necesitas un poco de ayuda

El restaurante todavía no genera suficientes ingresos para poder pagar los gastos generales y tener un sueldo - confiesa -, pero soy optimista y pienso que las cosas cambiarán con el tiempo.

Diego - le digo -, tengo algo que te puede ayudar. Es un boletín, un 'newsletter' que es como se llama en inglés, donde hablo de cómo atraer y fidelizar clientes de restaurantes. ¿Por qué no te apuntas? Es gratis.

Te ayudará a pensar a largo plazo, en la estrategia que te permitirá aumentar el número de clientes que vienen a tu restaurante, a conseguir fidelizarlos y aumetar el ticket medio. ¿Tu objetivo es que el restaurante llegue a ser rentable y de beneficios, cierto?.

Diego me enseña las tres cartas con las que trabaja en el restaurante y me cuenta un dato muy importante sobre el restaurante que no está sabiendo usar en su comunicación y yo veo claro que hay cosas que debe cambiar para ir al siguiente nivel.

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